jueves, 7 de noviembre de 2013

Itaca

El destino real es la misma vida, y de cada puerto te alimentas. Un poema de Constantino Kavafis. Me lo regalaron el primer año de estudio en la Facultad. Estuvo pegado en mi habitación por mucho tiempo. Esta es la mejor traducción que leí. Espero que les guste.  


Cuando emprendas tu viaje hacia Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni al colérico Poseidón,  
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado,
si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma, si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca antes vistos.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nacar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya
qué significan las Itacas.






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